Estimado/a colegiado/a:
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de la provincia de Badajoz comparte su preocupación por la violencia de género, así como por su reconocimiento como un problema de salud pública, por el importante impacto que este fenómeno provoca tanto de forma directa sobre la propia víctima, como sobre familia y entorno.
Atendiendo a su transcendencia y a su envergadura, la violencia de género necesita de una sensibilización e implicación interprofesional e intersectorial, sin obviar que el sistema sanitario juega un importante papel en su abordaje. Precisamente los médicos, debido al contacto continuado con estas pacientes, ocupamos un lugar privilegiado para la detección precoz y la prevención de los casos de violencia contra las mujeres, así como para su seguimiento, al ser responsables de la atención de los problemas de salud derivados de estas situaciones.
Desde el icomBA interesamos remarcar la estrategia contra la violencia de género, conforme al Real Decreto-ley 9/2018, de 3 de agosto, de medidas urgentes para el desarrollo del Pacto de Estado contra la violencia de género, con el objetivo de facilitar y orientar nuestras actuaciones, así como ayudar a dimensionar el problema, exigiendo responsabilidad profesional y ética al médico proactivo y comprometido en la prevención, educación, detección, asistencia y tratamiento ante los casos de violencia de género. A pesar de que aquellos casos de mujeres maltratadas que emergen socialmente no representan la profundidad del fenómeno, los médicos debemos asumir responsablemente un papel fundamental en la lucha individual e institucional contra estos abusos.
Así lo entiende el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Badajoz, en este objetivo en el que hemos de avanzar juntos. Una de las primeras acciones a emprender es la información y formación como un instrumento primordial donde se recogen los derechos que asisten a todas las mujeres. No es posible hablar de verdaderas sociedades democráticas mientras persista una violencia contra las personas, por el hecho de ser mujeres, que impida el libre ejercicio de sus derechos fundamentales. Es necesario seguir avanzando en la concienciación social, fomentando el rechazo unánime de las actitudes violentas y discriminatorias mediante la promoción de valores como la igualdad, el respeto y la tolerancia.