En el seno de la Vocalia de médicos jubilados del Ilustre Colegio Oficial de medicos de Badajoz, a instancias del Presidente, Don Pedro Hidalgo y dirigido a todos los colegiados del icomBA, se ha llevado a cabo el Camino a Guadalupe durante los días 15 al 19 de Marzo.
La peregrinación a Guadalupe ha concluido con gran satisfacción de todo el grupo de colegiados y acompañantes inscritos, no solo en el aspecto cultural y religioso, sino también en el aspecto humano y de ocio.
Viajar por el Camino Romano a Guadalupe (Patrimonio Cultural), además de una forma de peregrinación religiosa, es una experiencia que nos ha sumergido en la historia y en la cultura de nuestra región, pues a lo largo de las 3 etapas hemos podido maravillarnos de la belleza, diversidad y riqueza de los campos extremeños, con preciosas dehesas, valles, montañas, riachuelos; con una flora exuberante, rica y en pleno apogeo por el tiempo y la temperatura tan estupendos de que hemos disfrutado; con caballos, rebaños de ovejas, cabras, vacas y multitud de huellas de lobos, ciervos, jabalíes, venados e infinidad de pájaros.
Los guías que nos han acompañado, Marisé y José Antonio, de la empresa NaTRural-Astrovilluercas, una pareja encantadora, han sido extraordinarios y además de seguridad y bienestar nos han trasmitido una gran cantidad de conocimientos históricos y culturales empezando por la Visita al casco Histórico de Guadalupe, con una pormenorizada descripción del comienzo de Guadalupe, su Santuario, la Virgen, los monjes Jerónimos……siguiendo por la descripción continuada de todo tipo (geografía, historia, costumbres…) a lo largo de las 3 etapas, todas preciosas, sobre todo la tercera (Camino natural de las Villuercas), en sustitución de la etapa prevista, la Ruta de Isabel la Católica, (impracticable por las lluvias acaecidas), incluyendo además la visita al Geoparque Villuercas, considerado Geoparque Mundial de la UNESCO, a 1600 m de altura, desde done tuvimos una magnífica vista de las cadenas montañosas, los valles, las rañas y Guadalupe, al sur, con el Real Monasterio como seña de identidad. Allí mismo nos ofrecieron una clase magistral de geología para entender la configuración del paisaje con su relieve Apalachense y terminamos con una interesante y divertida descripción de los trinos de los pájaros de toda la zona.
La Hospedería del Monasterio donde nos hemos alojado durante los 4 días no ha podido ser mejor. La belleza del edificio, la amabilidad del personal (sorprendentemente a día de hoy gran parte de su mantenimiento depende de, tan solo, 8 monjes Franciscanos), así como los desayunos y almuerzos y la cena de Confraternidad. Terminamos nuestra aventura con una Visita guiada al Monasterio y al Camerino de la Virgen, de extraordinaria riqueza y belleza.
Ha sido todo tan bonito y enriquecedor, y hemos estado tan a gusto todo el grupo (sin conocernos todos previamente, de seguro hemos terminado como amigos entrañables) que sin duda repetiremos.
El Camino a Guadalupe queda en nuestro recuerdo.